
Para las empresas dedicadas a los medios de pago, la urgencia del tiempo es una constante. La ejecución inmediata de nuestras herramientas tecnológicas es primordial para el negocio, pues la innovación, funcionalidad y orquestación son demandas crecientes en el ámbito de los pagos. Vivimos en un mundo cada vez más tecnológico; como reflejo de una sociedad interconectada, los consumidores buscan comodidad y rapidez en sus transacciones financieras. En Pay Mentor, hemos observado cómo el movimiento del dinero ha evolucionado con el avance tecnológico, enfrentando los retos que implican la exigencia y adaptación al cambio.
La modernización de aplicaciones requiere una decisión estratégica entre actualizar, reconstruir o reemplazar por nuevas plataformas. No debemos olvidar que los métodos de pago digitales, tanto contactless como presenciales, así como la entrega de bienes y servicios a domicilio, la facturación en línea, las tecnologías biométricas, las criptomonedas y, por supuesto, los créditos digitales requieren de una actualización y adaptación constantes.
Por ello, planteo el dilema: ¿Es mejor transformarnos o automatizarnos? La modernización no es un camino lineal, sino una elección entre rearquitecturizar, reconstruir o reemplazar. Cada opción conlleva sus propios costos y riesgos, pero también potenciales beneficios. Como señala Eugenio Ramírez, director del Sector Banca y Seguros en Hiberus, «la clave es evaluar todas las opciones para identificar cuál tendrá el mayor impacto positivo con el menor esfuerzo».
En el contexto del «stack tecnológico», la presión empresarial por digitalizar y agilizar los procesos, y el anhelo de equipararse a gigantes como Amazon o Mercado Libre, es imprescindible emprender el proceso de modernización. Es necesario reconocer que los sistemas bancarios core y los autorizadores de tarjetas, que sustentan los procesos vitales de las entidades financieras, aún operan con tecnologías de hace tres décadas, las cuales, aunque consideradas obsoletas, siguen funcionando.
Desde Pay Mentor, recomendamos transformar la tecnología, no solo modernizar o automatizar los sistemas legacy —un enfoque que resulta costoso y riesgoso—, sino renovar la infraestructura back-end para el procesamiento de transacciones financieras, actualizando cuentas y registros. Es esencial optar por soluciones que ofrezcan seguridad, protección y solidez, características fundamentales para la reputación bancaria, y que al mismo tiempo sean escalables y flexibles.
Para alcanzar estos objetivos, Pay Mentor ofrece conectar a las empresas con Aliados Estratégicos que proporcionan tecnologías avanzadas, capaces de integrarse con otros sistemas y satisfacer las necesidades actuales del mercado.